El juzgado de lo mercantil numero tres de Madrid ha condenado al
Banco Grupo Cajatres a suprimir la cláusula suelo de un contrato
hipotecario por inexistencia de oferta vinculante y falta de
transparencia. Además, la entidad deberá devolver los intereses pagados
desde la fecha de interposición de la demanda.
Por su parte, el Grupo Cajatres ha aceptado el contenido de la sentencia y ha optado por no recurrir la decisión del juez. Por lo tanto, se convierte en una sentencia firme a pesar de que se trata de un fallo de emitido por una primera instancia. Una decisión singular debido a que las entidades financieras suelen recurrir los fallos en su contra hasta agotar todos los recursos posibles.
El fallo condena a la entidad a suprimir la claúsula suelo por nulidad de la misma, a restituir los intereses cobrados en exceso como consecuencia de la aplicación de la clausula suelo, declarada nula desde la fecha de la interposición de la demanda, y al pago de las costas del proceso.
Los argumentos jurídicos esgrimidos por el juez tienen en cuenta la falta de transparencia en la contratación y el desequilibrio que se produce como consecuencia de su aplicación, haciendo mención a legislación europea, legislación española y a la sentencia del 9 de mayo de 2013 emitida por el Tribunal Supremo.
Para el afectado, que contrató su hipoteca con Caja Badajoz (perteneciente a Grupo Cajatres), esta sentencia supone un ahorro del 20% en su cuota hipotecaria actual o un ahorro de más de 1.400 euros al año, recuperar además 1.400 euros por los intereses pagados de más durante el transcurso del proceso judicial y finalmente recuperar el importe desembolsado por la interposición de la demanda gracias a la condena en costas.
Por su parte, el Grupo Cajatres ha aceptado el contenido de la sentencia y ha optado por no recurrir la decisión del juez. Por lo tanto, se convierte en una sentencia firme a pesar de que se trata de un fallo de emitido por una primera instancia. Una decisión singular debido a que las entidades financieras suelen recurrir los fallos en su contra hasta agotar todos los recursos posibles.
El fallo condena a la entidad a suprimir la claúsula suelo por nulidad de la misma, a restituir los intereses cobrados en exceso como consecuencia de la aplicación de la clausula suelo, declarada nula desde la fecha de la interposición de la demanda, y al pago de las costas del proceso.
Los argumentos jurídicos esgrimidos por el juez tienen en cuenta la falta de transparencia en la contratación y el desequilibrio que se produce como consecuencia de su aplicación, haciendo mención a legislación europea, legislación española y a la sentencia del 9 de mayo de 2013 emitida por el Tribunal Supremo.
Para el afectado, que contrató su hipoteca con Caja Badajoz (perteneciente a Grupo Cajatres), esta sentencia supone un ahorro del 20% en su cuota hipotecaria actual o un ahorro de más de 1.400 euros al año, recuperar además 1.400 euros por los intereses pagados de más durante el transcurso del proceso judicial y finalmente recuperar el importe desembolsado por la interposición de la demanda gracias a la condena en costas.